Para ti, que estás leyendo este libro, que has sentido la pérdida de un ser querido o te estás preparando para ello.
Solo decirte : “Nunca se va a quien nunca olvidas”.
Siempre estaréis a mi lado. Dándome fuerza y valor para continuar. A mis padres Sebastián y Gloria, que se fueron juntos con 25 días de diferencia, tras 50 años de amor, este septiembre del 2022.
Todos sabemos que, por ley de vida, un día nuestros padres tienen que partir, pero por mucho que estudie o te prepares, nunca estás realmente preparado para esto.
Mis padres han fallecido y con solo 25 días de diferencia. Llevaban 50 años juntos y con un amor inquebrantable, siendo todo un ejemplo de superación, de amor entre ellos y comprensión. La verdad es que la pérdida es más dura. Esa es la gran realidad de la vida.
Y ¿Quién no ha amado de verdad? ¿Ha conectado con alguien? ¿Ha sido tu amigo? ¿Tu amante? ¿Tu confidente? ¿Tu hermana? ¿Tu hermano? ¿Un padre? ¿Un hijo? ¿Un abuelo?
La ausencia no es solo física, sino también de risas, de abrazos, consejos, la voz, etc. En algunos momentos supone una verdadera losa.
Cuando yo perdí a mi hermana, me aferré a mis padres, y en estos duros momentos, a la fe.
Todos sabréis mi trayectoria profesional como terapeuta, y que mejor que plasmar en este libro, lo que os he dicho a alguno de vosotros. Y ahora lo estoy aplicando en mi propia vida.
Esas pautas que para mí son esenciales, y quiero ahora compartir con todos: agradecer, superar y comenzar.
El duelo podemos decir que es la reacción natural ante un proceso de pérdida, bien sea de una persona, animal querido, relación, objeto, etc. Afecta psicológica y físicamente a la persona que lo está sufriendo. Es importante integrarlo en la vida, entenderlo, puesto que es un proceso necesario y normal para los que lo sufren.
Este libro se centrará en lo que supone la pérdida de una persona amada, que es lo que nos pasa tras su fallecimiento, como nos sentimos, explicando todos los significados y elementos relacionados con el duelo.
Pretende ser un libro de autoayuda y reflexión. Entender por lo que pasamos, que es un proceso natural e inherente en el ser humano, con el que debemos establecer una relación.
Ilustración 1 Antigua cruz sepulcral de la 1ª Guerra Mundial
Ilustración 2 Hegra Al-Hijr Hejaz Arabia Saudí
Los seres humanos somos sociables por naturaleza y establecemos relaciones. Interactuamos con todo nuestro entorno, construyendo vínculos a lo largo de nuestra vida para satisfacer necesidades de seguridad y protección (Maslow, A., 1943).
Hablar de duelo normal, es hablar de una respuesta emocional normal ante la pérdida de un ser querido. Reaccionas con síntomas de tristeza, enfado, llanto, decaimiento, durante un período de tiempo. Cuando es un duelo que es prolongado, es un duelo patológico puesto que las personas que lo sienten, experimentan una sensación de estancamiento y dificultad para hablar de la muerte del ser querido. Se alarga excesivamente, es más intensivo y se acompaña de la aparición de síntomas psiquiátricos.
Estos síntomas pueden ser: dolor, tristeza intensa, concentrarse solo en la muerte de la persona amada, añoranza y anhelo intenso por el difunto, evitación o exceso de recordatorios del difunto, entumecimiento o desapego, amargura, etc. En este caso, se hace imprescindible buscar ayuda de un profesional.